miércoles, 25 de junio de 2008

Un poquito de anatomía ocular básica… La Retina

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Como escribí en la primera entrada de esta serie de “Anatomía ocular básica”, la retina (10) es una capa del ojo que merece una entrada del blog para ella sola.

Es la capa más importante del ojo, porque contribuye a la primera parte del Procesamiento de la Información Visual que recibimos: la formación de la imagen, que luego será procesada.


Os voy a mostrar la retina desde distintos puntos de vista para que os sea más fácil de entender. Su importancia va a acorde a su complejidad.




Por un lado, para que entendáis cómo funciona un ojo, pensad en él como en una “cámara de fotos antigua” (es decir, con carrete ;-)); al igual que la imagen se plasma en la película del carrete, en el ojo se plasma en la retina.

Por otro lado, también pensad que el ojo se comporta como una “cámara oscura”. Esto consiste por ejemplo, en una caja oscura que tiene en una de sus paredes un pequeño orificio (la pupila, en el ojo). En la pared opuesta (la retina, en el ojo) se forma una imagen invertida de los objetos exteriores.

Un ojo sin ningún problema de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) que mira a lo lejos (más allá de 5 metros), está en estado de reposo. El iris (2) se comporta como el diafragma de la cámara de fotos, cuya contracción regula la cantidad de luz que entra en él a través de la pupila (3); en esa situación, el cristalino (8), la otra parte dinámica del ojo, está en reposo. Por tanto, el ojo humano para ver de lejos no hace ningún esfuerzo.

Si para mirar de cerca estas partes dinámicas del ojo no modifican su estado, la persona verá borroso. Lo mismo ocurre si una cámara de fotos, después de enfocar algo de lejos, el objetivo no se modifica para enfocar el objeto que tiene cerca, y así crear una imagen nítida; de esta manera, la foto saldrá borrosa.
En el ojo lo que ocurre para conseguir este enfoque de cerca, es que el grosor del cristalino (8) varía. Este mecanismo se llama acomodación, pero ya escribiré sobre esto más adelante.

Tanto al mirar algo que esta lejos como si está cerca, para conseguir una imagen nítida, ésta tiene que llegar a la película en la cámara de fotos o a la retina en el ojo.


Una vez visto cómo funciona el ojo, os mostraré cómo entra la luz en él hasta llegar a la retina (10):

La luz que proyecta un objeto incide en la córnea (1), atraviesa la pupila (3) y llega al cristalino (8). En este punto la imagen se invierte (siguiendo las leyes de óptica física). Si en el cristalino no se produce ninguna reacción, la imagen que llega a la retina (10) puede estar más o menos borrosa según la distancia a la que se encuentre el objeto (considerando que éste no está a más de 5 metros, como expliqué antes). De forma que si la imagen está borrosa, esta información llega al cerebro y éste responde mandando una orden al cristalino para que se abombe lo necesario y hacer caer la imagen en la retina, para así crear una imagen nítida. Esta acción ocurre de forma automática y el proceso es muy rápido; es similar al proceso de autoenfoque que tiene una cámara de fotos, que automáticamente enfoca lo que ella detecta en el encuadre central del visor.
Así, tras atravesar el gelatinoso cuerpo vítreo (9), la luz llegará al final del recorrido en el ojo: la retina (10); en este punto la imagen se ve nítida (ya explicaré más adelante los casos en los que esa imagen no sé ve nítida y por qué).


Pero a diferencia de una cámara de fotos, la imagen no se queda sólo en la retina. Esta capa nerviosa más interna del ojo es la responsable de convertir los fotones de la luz que recibe, en señales nerviosas que pueden ser transmitidas al cerebro, para que él las interprete y le dé un significado apropiado. Es el cerebro quien se encarga de “revelar la película”, para poder interpretarla (saber qué es el objeto, qué significa para nosotros, qué nos provoca emocionalmente, cómo responder ante él, etc.).

Para conseguir esta transformación, la retina (10) está formada por cinco tipos de células nerviosas, las cuales recopilan toda la información luminosa y no sólo hacen que la imagen sea clara, sino que extraen la información básica del objeto sobre su color, su forma, su orientación, su movimiento y lo transmite al cerebro. El ojo humano transmite datos visuales al cerebro a la misma velocidad que dos ordenadores comparten datos (en inglés).

Estás células están dispuestas en la retina en diferentes capas, pero para no complicaros os voy a marcar sólo tres de ellas:


La luz atraviesa todas las capas de células nerviosas de la retina hasta llegar a la más externa: la compuesta por los fotoreceptores (llamados conos y bastones) (A); allí se refleja y vuelve a atravesar la retina en sentido contrario, transformando la información luminosa que ha entrado en impulsos nerviosos, y transmitiéndose la información neurológica de células nerviosas a células nerviosas, hasta llegar a la última capa: las células ganglionales (C); allí sus delgados axones se unen para salir del ojo constituyendo el Nervio Óptico (11) y enviando los impulsos al cerebro, comenzando así, la VÍA VISUAL.


Hay dos tipos de fotoreceptores: conos y bastones (A) repartidos por toda la retina, pero cada uno tienen una función y una localización determinada en ella.

- Ninguno de los dos existe en el punto de salida de las células ganglionales (Punto Ciego -12-).

- Los conos están principalmente en el área central de la retina, porque son los responsables de los detalles (de la nitidez, de la forma y del color) del objeto. Ese área central de la retina es donde la “máquina” del ojo hace incidir la imagen de un objeto en ella, para verla clara, y ver el 100% de visión. Esta área central es la mácula (14) y su punto central de máxima visión en la retina, es la fóvea (13). Al ser estas células responsables de captar los detalles, actúan mejor en condiciones de buena iluminación. Así, algunas de las actividades donde se usan estas células son por ejemplo en la lectura o la escritura.

- Los bastones, por otro lado, están más en la periferia de la retina. Según nos vamos alejando de la mácula (14) el número de conos disminuye y el número de bastones va aumentando. En la periferia la información de la nitidez o el color no es tan importante, sino más detectar la orientación o el movimiento del objeto que miramos. Por tanto, estas células se estimulan con iluminación baja. Además, estas células son muy sensible a los cambios de contraste incluso con poca luz.


Estos fotoreceptores (A) a su vez estimulan determinadas células ganglionales (C), es decir, cada tipo de fotoreceptor estimula un tipo de célula ganglional, de forma que cada célula lleva una información determinada y estas informaciones viajan paralelas hasta diferentes áreas del cerebro donde, una vez allí, se mezcla la información. El cerebro da el significado del mundo que nos rodea: dónde está el objeto, qué es, qué grande es, de qué color es, cuánto más lejos está de mí… Coge toda información del mundo y la junta, para encontrar similitudes y diferencias, comparar, discriminar, etc.


Por tanto, por un lado, los CONOS (A) mandan información a las células ganglionales PARVO (C), que llevan información de la forma, el color y el detalle, es decir, lo que es el objeto; nos ayuda a identificar y sacarle un significado; nos ayuda a ver con claridad dicho objeto (la Agudeza Visual) y funcionan mejor si el objeto está parado.

Por otro lado, los BASTONES (A) mandan información a las células ganglionales MAGNO (C), que llevan información del movimiento, el espacio y la orientación del objeto, es decir, te dice la dirección del movimiento, su velocidad, calcula distancias, dónde está el objeto, dónde está uno mismo, la tridimensionalidad… Nos ayuda a movernos en una habitación a oscuras sin golpearnos con las cosas, o a no chocarnos con las cosas que no miramos directamente (por ejemplo, con el marco de una puerta cuando lo atravesamos sin mirarlo)...



Como veis, no sólo “vemos” objetos, o mejor dicho, no sólo los vemos nítidos o borrosos; lo que capta la retina de un objeto, esa imagen, no es sólo una foto, va acompañada de mucha más información y ésta empieza a procesarse en la retina. Pero el resto de este complejo pero apasionante procesamiento de la información visual que tiene lugar en el cerebro, lo explicaré en la próxima entrada…

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Un poquito de anatomía ocular básica… El Ojo o Globo ocular.
Un poquito de anatomía ocular básica… ¿Qué rodea al ojo?

domingo, 8 de junio de 2008

Un poquito de anatomía ocular básica… ¿Qué rodea al ojo?

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Como escribí en la anterior entrada, en este post os voy a informar brevemente de algunas de las estructuras que rodean al ojo; tan importantes como el ojo en sí, ya que sí cualquiera de ellas, no está en correcto estado, la información visual no puede procesarse bien.

SISTEMA LAGRIMAL Y PÁRPADOS


Los PÁRPADOS nos protegen de cualquier cuerpo extraño que “quiera” entrar en el ojo. Existe un reflejo que simplemente al tocar las pestañas, el párpado se cierra. Este es un “pequeño inconveniente” cuando queremos adaptar unas lentes de contacto o sencillamente cuando necesitamos echarnos unas gotas en los ojos.
También sirve para cubrir el ojo mientras dormimos y, junto con la pupila, regula la cantidad de luz que entra en el ojo.
Si los parpadeos no son frecuentes (varían de una persona a otra, pero la frecuencia normal podría ser de 1 parpadeo cada 5 segundos), la lágrima no se extiende completamente por toda la córnea (1) y ésta no se lubrica correctamente, creando problemas de visión nítida, enrojecimiento y escozor del ojo, incomodidad con las lentes de contacto, etc.
Pero todo esto se produce también cuando los parpadeos no son completos, es decir cuando al parpadear, no juntamos completamente los bordes de los párpados. Mucha gente parpadea de esta manera y no lo sabe. De hecho a mí me pasaba antes de estudiar la carrera; un día haciendo prácticas un compañero me lo comentó.

Sobre todo estos problemas los sufren los usuarios de pantallas, y de forma más generalizada las personas que trabajan muchas horas haciendo trabajos a distancia cercana. Estas personas se concentran tanto en su tarea, que “se olvidan” de parpadear. En este artículo se da una interesante guía de cómo parpadear conscientemente de forma correcta, hasta automatizarlo y así evitar presentes o futuros problemas oculares.

La LÁGRIMA sirve para proteger la córnea, limpiando e hidratando nuestros ojos. Esta es produce en las Glándulas Lagrimales que hay en los párpados superiores, se desliza sobre la córnea (1) hasta llegar a los Puntos Lagrimales, que son unos agujeritos en el vértice interno de la unión de los párpados (en el superior e inferior). La lágrima pasa por los Canalículos Superior e Inferior y después cae por el Saco Lagrimal y finalmente por el Conducto Nasolagrimal situado en la parte trasera de la nariz y la garganta. Ahora podéis entender por qué cuando lloramos, “lloramos también por la nariz”.

Si se produce demasiada lágrima y no se drena correctamente (Epífora), la lágrima se desbordará por el borde del párpado. Es la sensación de tener siempre el ojo acuoso, con mucha lágrima.
A veces, esto ocurre también porque se ha producido una obstrucción en alguno de los canales lagrimales debido a una infección, lo cual crea una inflamación del Saco Lagrimal (Dacriocistitis). Esta es una alteración que algunos bebés sufren cuando nacen (20-30%) y algunos adultos, sobre todo mujeres, por el envejecimiento.

Además de la Glándula Lagrimal también hay en los párpados unas glándulas sebáceas, que se encargan de formar la capa grasa de la lágrima. Si cualquiera de estas se obstruye, puede originar las siguientes alteraciones:

- Orzuelo: Es un bulto enrojecido que aparece en el borde del párpado, muy doloroso. Se produce por la infección del folículo piloso de la pestaña en la superficie o en más profundidad; en este último caso, es más difícil de curar.
- Blefaritis: Es una inflamación e irritación del borde de los párpados debida a una causa alérgica, infecciosa, seborreica, irritativa o mixta. Suele ocurrir en los 2 ojos a la vez y es recurrente.
- Chalazión: Es una inflamación dura e indolora, de unas pequeñas glándulas sebáceas situadas en el borde del párpado. Suele desaparecer en unos meses, pero en ocasiones persiste, se enquista y aumenta de tamaño. Cuando esto ocurre llega a producir problemas estéticos y, lo que es peor, puede comprimir la córnea y alterar la visión. Si son pequeños, suele bastar con una inyección de corticoides, pero si son grandes, a veces es necesario recurrir a la cirugía para extirpar el quiste.


MÚSCULOS

Por un lado, los 6 MÚSCULOS EXTRAOCULARES (MEO) se encuentran rodeando al ojo y lo anclan a la órbita. Estos intervienen en la coordinación de los movimientos de los ojos y son los que nos permiten llevarlos allá donde queramos (en la lectura, los deportes, la conducción,…).


Los Músculos Rectos Superior (2) (arriba) e Inferior (3) (abajo) permiten los movimientos verticales (arriba y abajo) del ojo.
Los Músculos Rectos Medio (4) y Lateral (5) permiten los movimientos horizontales (de lado a lado) del ojo.
Los Músculos Oblicuos Superior (6) e Inferior (8) permiten los movimientos de rotación del ojo hacia dentro o hacia fuera para equilibrar las inclinaciones de la cabeza (producen un movimiento contrario del ojo).

Los seis músculos funcionan al unísono para mover el ojo y para mantener ambos alineados.

Cualquier trauma en algún hueso de la órbita, puede originar una parálisis parcial o total de cualquiera de estos músculos:
- Si es una parálisis parcial o suave estamos ante una Paresia o pérdida parcial del movimiento debido a una debilidad del músculo.
- Si es una parálisis total estamos ante una Parálisis o pérdida completa de la función del músculo que produce una restricción completa del movimiento.
En cualquiera de las 2 condiciones anteriores, los movimientos oculares de ambos ojos no son sincronizados y puede originar un ojo desviado o Estrabismo y en consecuencia visión doble (pero esto ya lo explicaré más adelante).


Por otro lado, tenemos también los MÚSCULOS DE LOS PÁRPADOS que les dan su forma y nos permiten abrir o cerrar los ojos de forma voluntaria, refleja o automática.

Si alguno de los músculos está alterado, puede originar las siguientes condiciones:
- que el párpado superior esté caído (Ptosis)
- que, cuando ocurre la condición anterior o cuando hay un retroceso del globo ocular, los ojos parecen más pequeños (Endoftalmos).
- que, al contrario, cuando los ojos están más abiertos de lo normal o el globo ocular sobresale hacia delante, parecen ojos saltones (Exoftalmos).
- que el borde del párpado inferior se doble hacia dentro (Entropion), rozando las pestañas en el ojo (Triquiasis).
- o lo contrario, que el borde del párpado se doble hacia afuera (Ectropion), secándose la conjuntiva y la córnea porque no se puede cerrar totalmente el ojo (Lagoftalmos).


Bueno, mi intención con esta entrada no es que os aprendáis esta cantidad de términos científicos extraños, sino que estos problemas os suenen y que, como en la entrada anterior, si alguna vez os dicen alguno de estos nombres, tengáis donde consultarlo y saber de qué os hablaron.



En las alteraciones de los párpados he preferido no poner las fotos directamente por si a alguno de vosotros os crea aversión.

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Un poquito de anatomía ocular básica… El Ojo o Globo ocular.
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